Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Reyes 10, 10-29

10 Dio al rey 120 talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras
preciosas. Nunca llegaron aromas en tanta abundancia como los que la
reina de Sabá dio al rey Salomón.

11 La flota de Jiram, la que transportó el oro de Ofir, trajo
también
madera de almugguim en gran cantidad, y piedras preciosas.

12 Con la madera de almugguim hizo el rey balaustradas para la Casa
de Yahveh y para la casa del rey, cítaras y salterios para los cantores. No
vino más madera de almugguim y no se ha vuelto a ver hasta el día de hoy.


13 El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso
pedirle, aparte lo que Salomón le dio con magnificencia de un rey
como
Salomón. Ella se volvió y regreso a su país con sus servidores.

14 El peso del oro que llegaba a Salomón cada año era de 666 talentos
de oro,

15 sin contar las contribuciones de los mercaderes, las ganancias de
los comerciantes y de todos los reyes árabes y de los inspectores del país.

16 El rey Salomón hizo doscientos grandes escudos de oro batido,
aplicando seiscientos siclos de oro batido en cada escudo,

17 y trescientos escudos pequeños de oro batido, aplicando tres minas
de oro en cada escudo. El rey los colocó en la casa «Bosque del Líbano».

18 Hizo el rey un gran trono de marfil y lo revistió de oro finísimo.

19 El trono tenía seis gradas y un respaldo redondo en su parte
posterior con brazos a uno y otro lado del asiento; dos leones de pie junto a
los brazos

20 más doce leones de pie sobre las seis gradas, a uno y otro lado. No
se hizo cosa semejante en ningún reino.

21 Todas las copas de beber del rey Salomón eran de oro y toda la
vajilla de la casa «Bosque del Líbano» era de oro fino; la plata
no se
estimaba en nada en tiempo del rey Salomón,

22 porque el rey tenía una flota de Tarsis en el mar con la flota
de
Jiram, y cada tres años venía la flota de Tarsis, trayendo oro, plata, marfil,
monos y pavos reales.

23 El rey Salomón sobrepujó a todos los reyes de la tierra en riqueza y
sabiduría.

24 Todo el mundo quería ver el rostro de Salomón para oír la
sabiduría que Dios había puesto en su corazón.

25 Y cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata, objetos de
oro, vestidos, armas y aromas, caballos y mulos, año tras año.

26 Salomón reunió carros y caballos; tuvo 1.400 carros y 12.000
caballos que llevó a las ciudades de los carros y junto al rey en Jerusalén.

27 Hizo el rey que la plata fuera tan abundante en Jerusalén como las
piedras, y los cedros como los sicómoros de la Tierra Baja.

28 Los caballos de Salomón procedían de Musur y de Cilicia. Los
mercaderes del rey los compraban en Cilicia por su precio en dinero.

29 Un carro que subía de Egipto valía seiscientos siclos de plata y un
caballo 150. Los traían también como intermediarios para todos los reyes de
los hititas y todos los reyes de Aram.